domingo, 3 de junio de 2018

Miel y peróxido de hidrógeno


No, esta vez no vamos a hablar de un nuevo brebaje a preparar para eliminar verrugas o poner el pelo azul. Hoy solo vamos a hablar de miel. ¿Y del peróxido? Si, también, pero del contenido en la miel.


La miel es un producto que producen las abejas a partir del néctar y secreciones de las flores e insectos. Recoge esa sustancia, la mezcla con sus propias secreciones y la va depositando en las celdas de la colmena para que vaya madurando.

Existen muchos tipos de miel con apariencia y sabor diferente. La flor de donde se extrae el néctar es la que aportaría el sabor. Se sabe que mieles más oscuras tienen un mayor poder antioxidante, al contener más flavonoides y carotenos (1).



La miel es usada desde hace siglos en alimentación, no solo para saborizar o endulzar alimentos, sino también como medio de conservación. Gracias a sus propiedades antimicrobianas y antisépticas, también ha sido utilizada vía interna y externa para tratar múltiples problemas de salud.

Muchos de los nutrientes presentes se van a perder si sometemos el producto al calor por encima de 60º, algo que se hace muy habitualmente ya que, al cristalizar los azúcares, esta se solidifica y resulta difícil de envasar. Los comerciantes la llevan a un proceso de pasteurización, donde puede alcanzar los 70 u 80º. Por eso debemos usar siempre miel “cruda sin pasteurizar”. A pesar de esa sensibilidad al calor, no supone problema el poner miel a la infusión, ya que el agua se va enfriando en la taza y no llega a afectarla.

¿Cómo saber si la miel es “cruda”?

No es una prueba infalible, pero nos puede dar una idea.
Hemos de meter una cucharada de miel en un vaso de agua. Si la miel empieza a disolverse, es que esta ha sido pasteurizada. Si por el contrario cae al fondo de manera compacta y cuesta disolverla, es miel cruda.


¿Qué es lo que tiene la miel para aportarnos tantos beneficios?

Aunque su composición puede variar dependiendo del tipo o del tratamiento al que ha sido sometida, a grandes rasgos tenemos:

-      Agua: 17-20%
-      Hidratos de Carbono: 75-80%
o   Fructosa 38%
o   Glucosa 31%
o   Maltosa 7,5%
o   Sacarosa 1%
o   Otros azucares 5%
-      Proteínas: 0,3%
-      Potasio: 0,2%
-      Cromo: 290 ug/kg
-      Polen: 0,5%
-      Minerales: 0,5-1% (calcio, cobre, hierro, magnesio, potasio, zinc, fósforo)
-      Aminoácidos: ácido acético, ácido cítrico.
-      Vitaminas: B, C, Niacina, Ácido Fólico
-      Gran contenido en enzimas
o   Amilasa
o   Sacarasa
o   Glucosa oxidasa
o   Peróxido oxidasas
o   Catalasa
o   Fosforilasa acida


Peróxido de Hidrógeno

También conocido como agua oxigenada, es un compuesto oxidante tan simple que lo podemos encontrar en forma de gas en el aire, en la lluvia, o tan sofisticado que puede usarse como combustible para cohetes espaciales.

Peróxido de hidrógeno está presente en nuestra saliva o en la leche materna, y lo producen las plaquetas de nuestro sistema inmunológico para oxidar (quemar) microorganismos que nos pueden causar enfermedades. Las bacterias sanas del intestino delgado producen peróxido de hidrógeno para defenderse de las bacterias malas.

El peróxido de hidrógeno acaba siendo un residuo del metabolismo celular de muchos seres vivos, ya que tiene la función de protección ante agentes externos, y puede también convertirse en sustancia tóxica, por eso después de hacer su trabajo, debe descomponerse en otras sustancias inocuas, como son el oxígeno y el agua.


¿Por qué la miel nos aporta tantos beneficios a la salud?

No es solamente por sus nutrientes, las propiedades antisépticas se deben al contenido de peróxido de hidrógeno.

La enzima glucosa oxidasa presente en la miel, interviene en el proceso de convertir la glucosa en peróxido de hidrógeno, y liberarlo lentamente. De ahí que se haya utilizado desde hace siglos para curar heridas de la piel.



Pero ya hemos visto anteriormente que el peróxido también puede resultar tóxico. Y como en el universo todo aparece en perfecto equilibrio, en la miel encontramos la enzima catalasa, encargada de descomponer el peróxido de hidrógeno en oxígeno y agua.
Algunos tipos de miel conocidas por su especial acción bactericida, es porque tienen una mayor concentración de catalasa, y por lo tanto la degradación del peróxido de hidrógeno es más lenta y estable.

Se dice que personas con muchas canas desde jóvenes, andan bajos de esta enzima catalasa, ya que el peróxido de hidrógeno que produce de manera natural el organismo, no llega a descomponerse adecuadamente y ejerce su efecto oxidante durante más tiempo.


Aunque hay estudios referentes al tratamiento de diabetes con miel de abeja, las personas con problemas diabéticos deben abstenerse de consumirla, si en su dieta incluyen carbohidratos de absorción rápida (pan, pasta, dulces etc…).


No es aconsejable dar miel a niños menores de un año, ya que esta puede contener pequeñas cantidades de esporas bacterianas, y el bebé aún no tiene un intestino lo suficientemente desarrollado para luchar contra ellas.

¡Felíz día!

Victoria S.


REFERENCIAS
1.- https://bit.ly/2stDFzV
Otros: https://bit.ly/2sB5iGE


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