Hace unos días colgué en los grupos de fcbk unas fotos que
provocaron que algunas personas sintieran curiosidad por saber “de dónde
venimos nosotros”. Es algo que contamos brevemente en el libro La Biblia de la Trementina al explicar los
orígenes de este trabajo, pero la respuesta que dio Karl en el
grupo me provocó a explicar un poco más y contar el por qué yo personalmente
estoy haciendo este trabajo con autismo. Esto también servirá para acallar
algunas bocas que andan contando mentiras malintencionadas sobre nosotros.
Karl Wagner:
Somos los que damos la milla "extra" día a día y
no nos importan los títulos y los papeles que cuelgan en las paredes.
Trabajamos haciendo investigaciones día a día, análisis exhaustivo de estas y
ponemos los resultados en práctica. Y no sugerimos "opiniones" de X,
Y o Z persona. La experiencia y los resultados irrefutables valen más que mil
papeles en la pared. Y creo que los cientos de resultados positivos en estos
grupos ya lo comprobaron.
¿Cuál es mi profesión, per se? "Software Developer"
y consultor de sistemas de comunicaciones, hace más de 30 años. ¿Y desde cuando
estoy en este mambo de la salud? Desde el 2009, cuando mi mamá enfermó de un
evento cerebro vascular y tuve que aprender "a la cañona" de todo lo
habido y por haber en cosas relacionadas a la salud. Y el tiempo dictó un
cambio radical en mi ruta de la vida. Así que vivo en dos líneas paralelas, pero
completamente diferentes:
1) Dia a día, software y desarrollo de arquitectura en programas de comunicaciones.
2) Coach (¿terapeuta?) de métodos y soluciones para optimizar la salud (trementina, (G.A.L.P.) consejos de nutrición, etc. y aparentemente, y por resultados positivos, no soy bienvenido por muchos dentistas, veterinarios, naturópatas, etc.
¿Por qué $era? ;)
1) Dia a día, software y desarrollo de arquitectura en programas de comunicaciones.
2) Coach (¿terapeuta?) de métodos y soluciones para optimizar la salud (trementina, (G.A.L.P.) consejos de nutrición, etc. y aparentemente, y por resultados positivos, no soy bienvenido por muchos dentistas, veterinarios, naturópatas, etc.
¿Por qué $era? ;)
Leer eso me recordó que Karl andaba bastante apenado estos
días porque a consecuencia del último huracán en Puerto Rico, el agua echó a
perderlos títulos, diplomas, libros y apuntes de cursos (de terapias y otros) que
había hecho desde hace años.
Lo curioso es que hace un tiempo, cuando yo andaba entre
mudanza y mudanza de tantas que me ha tocado, el trastero donde tenía guardadas
mis cosas se inundó (también con agua de lluvia y subida del mar), se estropearon
muchos de mis enseres, entre ellos títulos, diplomas, libros y apuntes de cursos
que había hecho hace años.
Ha sido una casualidad-causalidad, y ambos coincidimos en
pensar que los títulos o diplomas no son más que papeles que se cuelgan en la
pared.
En una escuela adquieres información, muchas veces eso hace que la
persona se encasille, es “adoctrinada” para creer solo en lo que le enseñan
ahí, y cierra su mente a lo que no ha escuchado en ese curso. Aquí lo que sirve
es el “conocimiento”, que no tendremos nunca hasta que la información que nos
dieron la cuestionemos, la ampliemos, la hagamos nuestra y la llevemos a la
práctica.
Karl viene del mundo tecnológico y yo del mundo de la moda.
Trabajé durante 10 años en la oficina de prensa de Chistian Dior en España,
organizando presentaciones de productos, desfiles, fiestas de alto copete… …
Bueno, esas cosas que salen en las revistas. Un día comencé a cansarme de las
fiestas con Dom Perignon y los desfiles de alta costura en Paris (sí, uno se
cansa de eso …😂😂) y decidí tomar otro rumbo. Pasé otros 4 años en el gabinete
de relaciones públicas de la firma Bourjois. Ahí ya no había Dom Perignon 😊
pero trabajar tanto tiempo con el mundo de la imagen exterior, me hizo sentir u
gran vacío interior que tenía que llenar y no sabía con qué, ni cómo.
Me pude permitir un año sabático para “dejar de hacer y
permitir que las cosas me llegaran”. Quería encontrar “mi misión”, eso que yo
he venido a hacer aquí, y algo así no se busca, te llega. En ese tiempo durante
un viaje a Colombia, leí en un periódico el caso de una mamá que contaba cómo
había sacado a su hijo del autismo en dos años. Era el año 2004, por aquel
entonces no se oía lo que ahora se sabe sobre autismo. Me impactó al imaginar que,
si esa mamá se hubiera conformado con el diagnóstico médico, el niño un día
sería un adulto encerrado en un centro para enfermos mentales. Adiós a su vida!
Pocos meses después me encontraba haciendo un curso de
masaje infantil, allí conocí a dos terapeutas que trabajaban con niños autistas,
les conté este caso de la mamá de Colombia y… se rieron en mi cara diciéndome
la frase que muchos papás de autismo han oído mil veces: “el autismo no tiene
cura”. Me dio un terrible coraje, pensando que quizá los niños que ellas
trataban pudieran tener una posibilidad, y su mente cerrada se la negaba.
Ese curso de masaje infantil fue el inicio de un maravilloso
camino. Aprendí una técnica que provenía del masaje Shantala de la medicina
Ayurveda y comencé a investigar el tema, al tiempo que aprendía otras técnicas.
Durante esa búsqueda apareció mi maestro, un encantador señor indú, médico
Ayurveda y naturópata. En este mundillo se dice que el maestro aparece cuando
el alumno está preparado, pues ese fue mi caso.
Me he dedicado años al maravilloso mundo del masaje porque
mi maestro me animó a hacer precisamente eso y no otra cosa; “tú tiene la buena
mano” me decía 😊. El Ayurveda es un verdadero “arte de
vivir”, donde prima el cuidarse día a día para no enfermar nunca; donde se
trata una enfermedad pensando que una persona además de un cuerpo físico, tiene
una cabeza que piensa, un corazón que siente y un campo energético a su
alrededor que contribuye a que la persona esté bien o mal. ¡Hasta la música que
uno escucha ha de ser la adecuada para cada persona! Así es ese Arte de Vivir,
donde el contacto físico o el masaje se hace desde el momento que uno nace para
promover una buena salud, o el comer con las manos no es una costumbre, sino
que forma parte de una lógica esencial.
Me especialicé en masaje sin dejar de investigar, estudiar y
experimentar. Fui añadiendo otras técnicas, energéticas, emocionales etc, que
me llevaron a trabajar con músicos haciendo corrección postural, o con
ciclistas profesionales, o impartiendo cursos de masaje, entre los que se
encontraba el masaje infantil.
Tiempo después entro en la terapia oxidativa de
la mano de mi querida y experimentada amiga Belinda Cruchaga. Aunque ya conocía el tema, nunca
me decidí a indagar demasiado. ¿Qué fue lo que me dio el empujón? El tema
autismo. Quise quitarme esa espinita que años atrás se me quedo clavada en el corazón
cuando esas terapeutas no quisieron creer que había una posibilidad para los
niños. El problema es que cuando me puse a investigar esas terapias para
autismo, me parecieron muy complicadas y los líos que veía en los grupos no me
convencieron mucho. Comenzaron a llegarme personas con otras problemáticas, e
iba siguiendo el camino que se me presentaba. Ahí fue donde conocí a Karl, y a
un montón de personas maravillosas. Nos unía esa curiosidad por todo, conocerlo
todo, probarlo todo… ¡madre mía! ¡La de cosas que nos habremos metido al cuerpo
por probar!! Ajajaja…
Un buen día del año 2015 Karl, el “buceador” de redes, llega
con el tema de la trementina. El había investigado algo y lo que nos comienza a
contar, a mí particularmente por algún motivo me “resuena”, me impacta. Nos
ponemos a buscar información por la red y comienzan a aparecer documentos,
libros, escritos muy antiguos, y otros más modernos con recetas y modos de
uso muy precisos. Nos daba un poco de miedo probar, todo sea dicho, pero ahí que
nos lanzamos unos cuantos a ver qué pasaba.
Lo que en un principio era algo destinado a eliminar
parásitos, eso lo experimentamos todos de una manera rapidísima, empezamos a ver que
la eliminación de cándida era también muy rápida. Habíamos leído el trabajo de
la Dra Daniels y las dosis que ella usaba era las que tomamos como referencia.
Luego vimos que era innecesario pasar malos ratos con dosis tan grandes, ya que
con otras menores también nos funcionaba muy bien.
Obteniendo esos resultados, Karl contacta con algunas
personas que lideran tratamientos de autismo para contarles lo que estábamos
experimentando, por si querían probarlo e incluirlo en sus métodos, ya que
parásitos y cándida son una pieza clave en el problema del autismo, pero no hubo mucho interés por parte de esas personas.
Abrimos el grupo Espíritu de la Trementina en Abril de 2016. Ahí muchas personas comenzaron a unirse y probar este maravilloso producto, con lo que rápidamente
llegaron testimonios impresionantes (a día de hoy no hemos parado de
sorprendernos).
Entre las personas que comenzaban a probar Trementina estaba
algunas mamás de niños con autismo, esperando ver cómo funcionaba en ellas para
ver si a sus hijos les pudiera ir bien. Y así fue, iniciaron dos mamás,
empezamos a ver cambios drásticos en cuestión de semanas, lo que nos llevó a
hacer un seguimiento pormenorizado de cada detalle de la vida de esos niños. A
esas mamás se unió otra y luego otra…. Y ahí ya decidimos abrir el grupo de
fcbk, en Junio de 2016 para hacer extensiva esta información a otras familias.
Por aquel entonces la Dra Jennifer Daniels, que lleva más de
25 años usando Trementina, se interesó por lo que estábamos haciendo. En Agosto
de 2016 se ofreció a hacer un webninar con nosotros y la gente del grupo,
aportando su granito de arena y dando respuesta a consultas de los participantes.
Al pasarle los datos que estábamos obteniendo de la evolución de los niños con
autismo usando Trementina, se mostró enormemente sorprendida con los resultados
en tan corto tiempo.
Muchas cosas en muy poco tiempo. Ya veía que eso que yo estaba viviendo no era algo casual, ahí había algo más. Me acordé entonces de aquel incidente con las terapeutas durante el curso de masaje, y del artículo de la mamá del niño con autismo en Colombia, que permanecía siempre en mi
memoria. Ese fue el choque necesario para mostrarme que ahí estaba mi “misión”, pero que no supe ver hasta años después. Tiempo atrás ya estuve trabajando con
niños, con un gran interés y estudiando mucho sobre el embarazo, el parto, los
bebés prematuros, los primeros años de vida…ahí es donde se comienza a “cocer”
todo, y casi 10 años después toda esa información es que comienza ser útil,
para ayudarme a comprender dónde y cómo comienza el problema en estos niños.
Eso ahora lo tengo claro, igual que también intuyo que esto no es para el resto de mi
vida, sé que un día llegará otra labor que hacer, porque esta ya no sea necesaria
o porque yo sea necesaria en otro lugar. No sé … quien sabe…
En estos dos años que llevamos usando Trementina, hemos
aprendido mucho. Tenemos información del uso de Trementina desde la época de
los egipcios del antiguo Tebas, documentos y libros de medicina de 1840 donde
se especifican preparados y recetas con todo lujo de detalle; hemos
experimentado personalmente y obtenido testimonios de otros valientes a los que
también la Trementina les tocó el corazón. Eso nos hizo crear un protocolo
eficaz, económico, apto para cualquier persona, donde las más enfermas sufrieran las
menores molestias derivadas de la limpieza del organismo.
Y aquí estamos, cada vez creciendo más, siempre con la
inquietud de indagar, experimentar y compartir.
Gracias enormes por estar aquí con nosotros haciendo parte de este camino.