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Por épocas se suelen poner de
moda ciertas prácticas, o dietas, o productos, y allá que nos lanzamos todos a
probarlo “porque dicen que es bueno” sin verificar si realmente es necesario
para nosotros. Se pone de moda la cúrcuma y aaale, kilos de cúrcuma a la comida
porque al parecer todos andamos inflamados. El ajo en ayunas para el sistema
inmune, y todos apestando ajo desde la mañana. ¿Que no? Póngase a pensar la de
cosas semejantes que ha hecho usted, o está haciendo actualmente de manera
rutinaria.
Cuento esto porque hace unos
días tenía una conversación con una persona querida del grupo de fcbk (Espíritu
de la Trementina) que -aunque nos ha dejado unos maravillosos testimonios- no
acaba de mejorar del todo, o tiene bajones de vez en cuando. Esta persona se hizo
una completísima y carísima analítica en la que, entre otras cosas, apareció
que su sistema digestivo estaba en una sorpresiva extrema alcalinidad.
Recordemos que el estómago
debe estar en acidez para un correcto funcionamiento del órgano
en sí mismo, del que deriva el correcto funcionamiento de otros órganos que le
siguen.
El ácido clorhídrico se
segrega al llegar los alimentos al estómago para que determinadas enzimas hagan
el trabajo de transformación de todo lo que ingerimos. Por ejemplo, la degradación de las
proteínas para extraer los aminoácidos esenciales que servirán para formar el
engranaje de todas las funciones de nuestro cuerpo.
Si una persona come proteína y
no tiene el ácido clorhídrico adecuado en su estómago, el alimento pasará directamente
del estómago al intestino delgado sin haber sido transformado, favoreciendo la putrefacción,
y además sin haber podido absorber sus nutrientes. Si eso ocurre verá en analítica que
aparecen elevadas las proteínas en heces.
Cito el caso de las proteínas porque
lo considero más importante, pero esto mismo ocurre con el resto de los grupos
de alimentos. Esta putrefacción le va a generar no solo hinchazón, sino problemas
intestinales, y ya sabemos muy bien las consecuencias que eso tiene a corto y
largo plazo.
Hay más. Si falla esa primera
parte de la digestión de los alimentos, el funcionamiento de la vesícula biliar
también va a fallar impidiendo que la bilis pueda ser liberada, facilitando de esa manera la formación de cálculos. La persona entonces sentirá que “las grasas le
sientan mal”. ¡Claro! no hay bilis para digerirlas. Recordemos que, para evitar
la formación de cálculos biliares han de ingerirse un mínimo de 30gr diarios de
grasa, independientemente del alimento que sea.
Hay muchas razones para que el
ácido estomacal se vea afectado. Algunas más patológicas y menos frecuentes,
otras más naturales como la edad, otras mucho más frecuentes como el estrés o
el abuso de antiácidos, y una causa muy habitual y muy muy tonta que es la que quiero
destacar por ser una de estas creencias populares: el consumo de limón con
bicarbonato cada día porque “es bueno alcalinizar”.
¡¡Atención, que eso lo hemos
hecho todos alguna vez!!
Hace tiempo se puso de moda la
“dieta alcalina” con un montón de razones que a día de hoy afortunadamente han ido
cayendo por su propio peso. Allá que andaban muchos con unos jugos verdes cada
mañana que les resultaba imposible de tragar, demonizando las carnes y comprando
el bicarbonato por kilos.
Este era uno de los problemas
de la persona querida que mencionaba al principio. Pesando que se estaba
haciendo un gran bien, llevaba consumiendo bicarbonato con limón cada día desde
hacía muchos meses, lo que ha destruido el ácido de su sistema digestivo. Por
fortuna recuperarlo es posible con una alimentación adecuada y ayudándose de
Betaína HCL. Pero fíjense como una cosa tan inocente aparentemente, puede provocar una cadena de problemas en las bases del funcionamiento del organismo.
No digo que los jugos verdes,
el limón o el bicarbonato sea malo, solo que -como todo- uno lo debe usar de
manera racional, verificando antes si realmente su organismo lo necesita.
PRUEBA CASERA PARA VALORAR SU ACIDO ESTOMACAL
Esta prueba le ayudará a saber si su ácido clorhídrico esta en niveles óptimos. Debe hacerlo tres o cuatro días seguidos para hacer una valoración general. Lo que le indique un solo día no es significativo, porque en el día siguiente el resultado puede ser muy diferente.
En ayunas asegurándose de que su estómago está vacío, tome medio vaso con agua (120ml aprox) y media cucharadita (pequeña) de bicarbonato de sodio.
Si tiene suficiente ácido estomacal, esta bebida debe hacerle eructar antes de tres minutos. Si tarda mas de tres minutos, su ácido estomacal esta muy bajo y debe hacer algo para solucionarlo.
Recuerde que esto es solo una prueba casera. Para un análisis mas certero debe dirigirse a su médico y solicitar un análisis adecuado.
¿Ha sido usted “víctima” de
alguna otra creencia popular? ¡Cuéntenos!
Feliz día🌞
Victoria Sanz
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Victoria Sanz
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