Estamos viviendo una serie de acontecimientos que ninguno de
nosotros podíamos llegar a imaginar. Están generando una gran incertidumbre en
todo el planeta, es cierto, pero también es cierto que hace años desde todos
los rincones estamos pidiendo y luchando por un cambio en el rumbo de
la humanidad.
Ya desde el año 2012 con las profecías Mayas pensábamos que
íbamos a ser testigos de ello, que vendría precedido de un gran cataclismo, un
super terremoto, una guerra que dejaría miles de muertos y destrucción a su
paso. Nos preparábamos emocionalmente para pasar por ello. Eso marcaría el fin de una era y el comienzo de otra más próspera. Aquel
año no fuimos testigos de ningún supercataclismo, pero fue el comienzo del
cambio que pedíamos. La rueda comenzó a girar.
Ahora, en 2020, estamos viviendo una guerra a nivel planetario, sin bombas ni tiroteos por las calles. El enemigo es algo de tamaño
microscópico, manejado por personas sin alma que pretenden sembrar el miedo
para dejarnos sin voluntad y poder así manipularnos a su antojo.
Están falleciendo personas, eso es lo más triste, la gran mayoría
están en la recta final de sus vidas y eso es algo que estamos preparados para
soportar. Otra cosa sería que este virus se hubiera cebado con niños y jóvenes,
ahí sí que ocurriría una verdadera tragedia porque la naturaleza no nos ha
preparado para digerir el fallecimiento de los más jóvenes.
Los medios de comunicación están haciendo espectáculo con esta
pandemia, nos están descentrando del verdadero propósito que hay detrás de todo
esto y muchas personas han ido pasando de la incertidumbre al miedo, y del
miedo al pánico.
En los últimos días he hablado con un montón de personas que ya han pasado la gripe del coronavirus desde el mes de Diciembre. Todas sintieron un
típico catarro o gripe muy fuerte, diferente a otras porque provocaba mucha
mucosidad y duraba más de lo normal. Ahora, con el detalle de los síntomas
publicados por todos lados, se han dado cuenta que era coronavirus ¿Y qué les
ha pasado? Nada.
Párense a pensar fríamente en lo que está pasando con el
virus. Olvídense de lo que han leído en internet o visto en la Tv, ¿qué piensa
usted de verdad? Es muy contagioso, sí, ¿pero creen que es tan letal como para haber
paralizado el mundo entero? ¿para que toda la industria echara el cierre? ¿para
derrumbar la economía de todos los países? …¿No le huele a chamusquina?
Queridos, esto no es un tema de salud, estamos ante un
cambio de paradigma en toda regla, aquel que esperábamos en 2012. Esa rueda que
comenzó a girar ha cogido carrerilla porque su destino está muy cerca y tenemos
que estar a la altura de las circunstancias para que se pueda crear esa maravillosa
vida que todos merecemos vivir.
Hoy leía algo que me ha hecho reír por la cruda realidad que
entrañaba. Nosotros hemos sido el coronavirus de la madre tierra, la hemos llevado
a la destrucción y ahora que estamos encerrados el planeta se está recuperando.
La contaminación ha desaparecido de las ciudades, las aguas aparecen
cristalinas en Venecia, los animales pasean por las ciudades … ¿y el clima? Parece
que está soltando el frío, agua y nieve que no ha podido dejarnos en los últimos
años. ¡En España está nevando en primavera! No voy a decir que es algo
imposible, pero vamos, no es muy usual.
Díganme, ¿no les parece que estamos ante un gran cambio?
Nos
vemos obligados a estar en nuestras casas y eso nos ofrece la oportunidad de
eliminar el ruido constante en nuestra cabeza para centrarnos en nosotros mismos.
Adiós a la vida social. Adiós al andar de acá para allá con mil distracciones. Adiós
a la hiperactividad y el estrés de los empleos.
Nos toca hacer un trabajo personal. Los que estén solos van
a tener que lidiar con su soledad, los que estén en pareja podrán reforzar
lazos o por el contrario darse cuenta de que no son felices estando todo el día
juntos y quizá la pareja ha de disolverse. Todo será para mejor.
Los que están en familia tienen
ahora todo el tiempo para re-conocerse, disfrutarse. Quizá es el momento de que
su empresa vea los beneficios del teletrabajo, y si es uno de los que se quedó
sin empleo seguro que puede reinventarse e ir por otro camino, otro que le haga
disfrutar de verdad con lo que hace.
Pero por favor, no se deje llevar por la histeria colectiva,
no se quede centrado en lo malo porque lo malo es muy pequeño en comparación
con todo lo bueno que está por venir. Detrás de lo que ocurre muchos estamos sintiendo un cambio a mejor, pero sí, también pude haber cosas más feas
como una vacunación obligatoria, la implantación de un chip sanitario, más
control de nuestros movimientos, dejarnos sin trabajo, sin dinero, cerrar
empresas para luego ofrecernos créditos que nos vuelvan a esclavizar….
¿Con qué
quiere quedarse usted, con la paz, libertad y abundancia, o con la esclavitud y
la pobreza? Ahora es momento de decidir.
¿Quiere la libertad? Muy bien, pues lo mejor que puede hacer
por sí mismo y su familia es dejar de ver y leer las noticias. Solo buscan
espectáculo, infundir miedo y bajar la vibración, lo que le llevará a la casilla
de la esclavitud. Aproveche para dormir, descansar, leer…, respire, medite,
cocine, haga ejercicio, vea las pelis que antes no podía ver por falta de
tiempo, hable con su familia…haga cursos online para mejorar su formación o aprender
algo nuevo…teja una bufanda para el invierno que viene, un “tapete” para la mesita
de la entrada …😊
¿Qué es lo mejor que puede hacer ahora para prevenir este
virus y otros que estarán por venir? Limpie y equilibre su mente, trabaje cada
día para mantener su organismo sano y no enfermar nunca, porque después de esta
pandemia va a llegar otra, y después otra. Comience desde ya a hacer el protocolo
de Trementina (o el que usted quiera), cuide su dieta, elimine eso que ya sabe
no le hace bien. Ahora puede reforzar vitaminándose si eso le hace sentir más
seguro.
Y lo más importante, siéntase feliz, agradecido y ¡confíe! ¡confíe!
Todo es para mejor
¡Feliz día!
¡Feliz Vida!
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Victoria Sanz
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Victoria Sanz
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